Administración Trump propone reabrir Alcatraz como prisión de máxima seguridad
- tudiaaldia
- 19 jul
- 2 Min. de lectura

El icónico penal de Alcatraz, ubicado en la bahía de San Francisco y cerrado oficialmente en 1963 por el alto costo de su mantenimiento, ha regresado al debate público luego de que la administración Trump manifestara la intención de reconstruir y reabrir la prisión como una instalación de máxima seguridad.
La propuesta, aún en fase de análisis, ha generado polémica por sus implicaciones financieras y simbólicas.
¿Cuánto costaría la reconstrucción de Alcatraz?
El proceso para reactivar Alcatraz como prisión supondría una inversión inicial de entre 235 y 2,000 millones de dólares, dependiendo del alcance del proyecto. Existen diversas estimaciones:
Plan completo para erigir una prisión “supermax” nueva sobre la isla: más de 2,000 millones de dólares, lo que implicaría demoler las estructuras antiguas y construir desde cero.
Proyecto menos ambicioso, rehabilitando ciertas áreas: en torno a $1,000 millones.
Análisis independientes y de analistas políticos calculan entre $235 millones y $370 millones solo en obras de reparación estructural, modernización y adecuación a códigos de seguridad y sismo.
Las obras menores de restauración y estabilización estructural para el turismo han costado, recientemente, entre $3 millones y $50 millones. Sin embargo, estos montos cubren solo mantenimiento y no habilitan el recinto como penitenciaría operativa.
A estos costos, habría que sumar gastos anuales de operación estimados entre 60 y 100 millones de dólares, hasta tres veces más que instalaciones equivalentes en tierra firme, debido a la logística isleña, el transporte de insumos y personal, y la remoción de desechos.
¿Para qué serviría reabrir Alcatraz?
El principal argumento para resucitar la prisión es funcional y simbólico:
Convertirla en una cárcel federal de máxima seguridad destinada a albergar a los criminales más peligrosos y migrantes detenidos, replicando la “leyenda” de la isla como fortaleza inescapable.
Enviar un mensaje de “ley, orden y justicia”, utilizando la imagen de Alcatraz como un emblema nacional de endurecimiento penal y de respuesta a delitos graves, en línea con discursos de mano dura y seguridad pública.
Para el turismo, actualmente la isla recibe 1.4 millones de visitantes al año y su operatividad como sitio histórico representa también una fuente de ingresos relevante para San Francisco. Una reconversión en prisión implicaría perder su función como patrimonio histórico.
Retos y controversias
Entre las principales inquietudes destacan:
El elevado costo frente al limitado impacto real en la capacidad penitenciaria nacional.
Dificultades de ingeniería: rehabilitar el sitio implica trabajos de reconstrucción sísmica, actualización de infraestructuras, logística de suministros y transporte por mar, y estricta conservación del patrimonio histórico.
Debate social y político sobre si se trata de una decisión pragmática o meramente simbólica para endurecer la narrativa de seguridad.
Reconstruir y reabrir Alcatraz costaría entre cientos de millones y hasta 2,000 millones de dólares según el proyecto. Su función sería principalmente la de símbolo nacional de mano dura contra el crimen, más que una solución de fondo para el sistema penitenciario estadounidense